Está claro que la forma en que viajamos ha cambiado mucho, lo que hasta hace poco se daba como un extra en los hoteles, como el acceso a Wifi gratuito, es ahora la diferencia entre obtener o no reservas. La ubicuidad de las comunicaciones y los dispositivos móviles han convertido al viajero en un cliente accesible pero a la vez exigente, si no somos capaces de dar respuesta rápida a sus necesidades el sector turístico quedará de nuevo desfasado como ocurrió en el nacimiento de Internet, en el que los grandes Touroperadores se apropiaron del mercado alojativo por la falta de visión de los responsables hoteleros.
En esta ocasión, la tecnología ha venido a democratizar el acceso a los nuevos canales de comunicación, y la colaboración entre empresas y entidades locales pueden generar aplicaciones y soluciones tecnológicas que no sólo aumenten los ingresos del sector turístico, sino que realmente pongan en valor el destino y mejoren la interacción y el intercambio de información entre visitantes y receptores.