Un estudiante de la Universidad de Murcia ha ganado la edición española de esta competición de Microsoft
Imagina que la justicia te persigue y tú tratas de pasar inadvertido, pero la policía de tu ciudad utiliza unos cascos con cámaras incorporadas,controladas a través de las señales de su cerebro, y se vale de un detector de caras para ubicarte en una base de datos internacional… donde figura una orden de busca y captura a tu nombre. Suena a ciencia ficción, e incluso da un poco de miedo, pero ya es algo plausible gracias al proyecto de un universitario de 25 años, que ha ganado la final española de la Imagine Cup de Microsoft.
205 estudiantes de 66 universidades y centros de formación profesional españoles se han presentado a la undécima edición de un certamen que demuestra que nuestro país debería «sacudirse los complejos» en cuanto a talento e innovación, subraya Gonzalo Díez, responsable de Innovación, Desarrollo y Plataforma de Microsoft España.
Sergio Rivas, que estudia el último curso del título superior Ingeniería Informática en la Universidad de Murcia, se ha proclamado vencedor gracias a un sistema que, según Díez, es «el más innovador» de todos los vistos. Incorpora dos cámaras controladas por señales cerebrales y unas gafas de realidad virtual a un casco, aunque la intención es que el prototipo pueda integrarse en muchas otras plataformas, como, por ejemplo, robots manejados por control remoto, además de que sea capaz de integrarse con tecnologías como la realidad aumentada.
Todos los usos imaginables
Rivas quiere que la idea tenga todas las aplicaciones posibles, y sugiere algunas, como el reconocimiento facial mencionado al principio, que también puede ser muy útil «en emergencias, para conocer datos médicos como las alergias o el grupo sanguíneo de los individuos», especifica. O la cirugía, en especial las operaciones complejas, en las que el médico no puede mirar solo al paciente, sino que además tiene que monitorizar la intervención a través de una pantalla de ordenador.
«Con este sistema, el cirujano puede estar mirando directamente a la zona que está operando: aumentar la imagen, ponerle foco, macro… Por no hablar de las intervenciones que introducen cámaras dentro del cuerpo; eso sería como si las cámaras vieran a través de sus ojos», relata Rivas.
Por supuesto, otra de los usos que Rivas tiene en mente pertenece al mundo de los videojuegos. «Es donde más se podría llegar a vender. Combinaríamos el videojuego con el mundo real, aportándole al usuario dos visiones paralelas para que juegue con sus compañeros y al mismo tiempo interactúe con los personajes», describe.
Un sistema que puede ser entrenado
El ganador de la Imagine Cup de España, que viajará a la final internacional de San Petersburgo del 8 al 11 de julio, ha preparado su proyecto para que el sistema pueda ser entrenado por sus usuarios para reconocer toda clase de órdenes cerebrales.
«Las cámaras se mueven con el encefalograma del cerebro, así que le puedes enseñar a que reconozca todo tipo de acciones. Lo más común es utilizar, por ejemplo, el movimiento de los ojos para mover las cámaras, o los gestos faciales, pero es cuestión de entrenar al sistema para que responda», señala.
Rivas ha trabajado con una red neuronal artificial basada en una librería de código abierto –«sería absurdo reinventar la rueda», dice- pero reconoce que, para el resto de su proyecto, ha tenido que«empezar de cero»